La hora del Recambio... - 01/05/2001
Suplemento NO, Diario Página 12


La hora del Recambio...

Créanlo: Pity Alvarez está con la boca abierta a menos de dos centímetros de un cúmulo de soretes de perro y acaba de tocar uno con la punta de la lengua. Créanlo: si se lo propone, Pity Alvarez realmente puede comportarse como perro. Hace un rato, en el principio de una sesión fotográfica completamente desquiciada (la primera de Intoxicados, su nueva banda, en una media hora muy Sex Pistols), Pity había manifestado su primer arresto canino. En la cocina de la sala de ensayos, debajo de una pintada de orientación geopolítica (Esto es Argentina. Esto es Lugano), el chabón había triturado un puñado de papas fritas con la suela de la zapatilla y se había sumado a la disputa del manjar: él y tres perros negros como el petróleo restregaban el hocico contra el suelo y gruñían entre los restos de papas acanaladas. Todo terminó cuando uno grandote se enojó en serio con el Pity, que retrocedió sin perder la temeridad perruna. “¿Viste? Se re comió que era perro. Si no, no te gruñe así”, se enorgullece el ser humano sacudiéndose las migas de la cara.

Tal vez todo tenga que ver con la “religión personal” del ex Viejas Locas. Durante la entrevista, Pity habló de su capacidad para transmutar por un rato en otras formas de vida terrestre: un mosquito, un ombú, el viento. El credo no incluye sagradas escrituras, ni mesías, ni templos, y la intención del devoto es que nadie contraiga sus creencias. En la lista de temas para el show de este sábado en Cemento (el debut oficial de Intoxicados), pegada contra el vidrio de la sala, puede leerse el título de una de las canciones nuevas: “Religión”. “La religión universal no existe”, expone el autor. “Cada uno tiene su propia religión. Es muy fácil que la gente crea en Cristo. Es como que te digan ‘Led Zeppelin es la mejor banda’, y vos sigas eso. La religión la tiene que hacer cada uno, día a día, viendo el sol, la luna, la gente, sintiéndote mosquito, árbol, perro. Nunca va a haber una respuesta, ni tampoco razón.”

-¿En Piedrabuena es más difícil captar esas cosas?

-A la hora de hacer religión no necesitás de la naturaleza. Yo ahora puedo estar en Africa, directamente. Ver sin conocer. Igual, yo trato de formar mi religión y no pasársela a nadie. Me gusta saber qué piensa otra gente sobre el tema. A veces pienso por qué hay chinos, negros y blancos... ¿Vos qué pensás de eso? ¿Cuál es la verdadera población de este planeta?

-Todas, supongo...

-¿Todas? ¿Te parece? ¿No te parece que los japoneses vinieron de arriba? Son todos chiquitos... Fijate que los chabones hiceron todo lo mejor: la Muralla China (sic); les bombardean un país en el ‘45 y ahora son re potencia. Están en otra: son mucho más superiores que nosotros. Los negros son superiores físicamente. Los chinos, los japoneses, los orientales, creo que viajaron mucho. Y los negros son de este planeta: los que tiran carros, a los que usan de esclavos. Nosotros no podemos ser esclavos, porque no te aguantás un día tirando un carro. Somos débiles. Somos la plaga. ¿De dónde venimos los blancos? “¿No habíamos llegado a la conclusión de que somos un hongo?” El que pretende zanjar la discusión a través de una teoría psicotrópica es Abel, el único Viejas Locas que sigue en camino con Pity. Además del baterista, Intoxicados se completa con Jorge Rossi, un bajista de 24 años que tocaba en Gardelitos, y Felipe Barroso, un pibe de 17 que alterna entre el bajo rockero de Legendarios, la mandolina en una banda de música celta, y ahora se hace cargo de la guitarra del cuarteto que promete adoptar a la -por el momento- huérfana comunidad stone argentina. “Después de que nos separamos los Viejas Locas, yo dije que no iba a buscar músicos, sino amigos, pibes copados”, cuenta Pity. “Dio la casualidad que estos dos pibes tocan una bocha, pero la onda no era sacar un cartelito que diga ‘se busca bajista, pin, pin, pin...’ y que venga uno de Vicente López,¿entendés? Yo no discrimino a la gente por su barrio, pero estar cerca está bueno. La gente del barrio vibra muy parecido, tiene los mismos problemas. Capaz que alguien de un lugar más lejano no estaría a la misma altura que nosotros. Estaría más alto. Nosotros somos lo más bajo que se puede ser.”

-¿En qué sentido?

-Vivimos en barrios de monobloque. Tenés poca intimidad, ves mucha droga, mucha violencia, mucha gente copada, un montón de cosas. Veo cómo chocan los autos todos los días: tengo la autopista en la ventana. Te das cuenta que van re apurados y ¡pa!... chocan. Como me pasó a mí. Todo eso te enseña. Lo malo te enseña, ¿eh? Producidos por la efectiva dupla de Alfredo Toth y Pablo Guyot, Intoxicados empezará a grabar su disco debut a mediados de junio. En agosto o septiembre, Universal lo sacará a la calle. Las doce canciones del álbum ya están listas, e integrarán el repertorio de este sábado en Cemento. “Vamos a ser la primera banda que presente un disco antes de grabarlo”, anuncia Pity, y después enumera los estilos involucrados: “Canciones... punk rock, reggae, grunge, balada, rocanrol a full. Está bueno.” Casi todo el show, sin embargo, serán los temas de Viejas Locas porque, según el Pity, “le van a la banda”.

“Esto es la continuación de Viejas Locas. Somos otro grupo, pero es lo mismo. Cambiaron dos personas, pero para bien. De última la mayoría de las canciones eran mías, y todo iba a seguir siendo así. Musicalmente no cambió nada. Cambió el feeling y la onda acá adentro. No sé si está bien lo que digo, pero yo me siento más Viejas Locas que nunca. Mataría que la gente acepte que no hubo uno que se cortó, ni nada de eso. Al contrario: es que uno no quiso seguir careteando. Yo sé que, para los fanáticos, que se separe su grupo es como que el Diego deje de jugar: medio que lo querés matar. Pero yo no puedo laburar con onda cero. Eso se lo dejo a la cumbia, que arman grupos sin conocerse. Así que no se lo tomen a mal, porque todo va a cambiar en la vida. Todo, todo, todo, todo. Viene bien para lo que yo les decía siempre: no sean tan fanáticos de nada. Porque son fanáticos de Viejas Locas, se mueren por Viejas Locas, y Viejas Locas se separa, no está más. Tampoco quiero que sean fanáticos de Intoxicados. Que vengan a escuchar nuestra música, pero que no nos digan ‘ustedes son Dios’, como te dicen algunos. Esa idea no la comparto ni a palos. El fanatismo te cierra. Y nosotros hoy hacemos rocanrol, pero si seguimos juntos en 20 años, capaz que vamos a estar haciendo boleros. Porque la música es linda.”

-Entonces, ¿estás escuchando mucha música melódica?

-Sí, un montón. La gorda Serra Lima me re copa como canta. Los Panchos matan. El otro día estuvimos escuchando unos discos de boleros que salían en una revista: boleros viejos, cubanos, sin batería. Las letras están buenísimas. Y la música ni hablar: re-zarpada. Si escucho música en castellano, trato de que me deje algo: una banda nacional, Rubén Blades, o algo cubano. Si no entiendo nada pongo AC/DC, que es lo que me gusta.


Pity le da un trago a una petaca de Old Smuggler y hunde las manos en los bolsillos de una campera gastada. A un par de cuadras de distancia, las sombras se tragan las casillas de Ciudad Oculta. “Lo que tenemos nosotros es una sincronización del... Nos gusta la música, nos gusta juntarnos a tocar”, comenta Pity, mientras un perrito le moja la barba con la lengua. “Si no la pasara bien, me iría. Yo no estoy en lugares en los que no la paso bien. No te voy a negar que corté caños en fábricas, y ésa no era mi vocación. Pero qué sé yo, lo tenés que hacer. A veces... Si me dan una platita y me dicen ‘hay que derribar este puente’, lo tiro abajo, loco. No me importa quién pase por ahí. Lo haría para comer y que coman mis perros y mi chica, pagar las expensas y todo eso. Cuando empezamos con Viejas Locas laburábamos todos. Tuvimos la suerte de sobrevivir de la música, pero si algún día todo esto se pierde, me compro una soldadora ysalgo a soldar fierros. Soy técnico electromecánico. Puedo hacer cualquier cosa.”